martes, 31 de diciembre de 2013

2014: ¿quién dijo miedo? Yo.

Como ya es sabido pocas cosas son más clásicas de este blog personal (*) que despedir el año hablando del siguiente año y empezar el otro, hablando del anterior (ese post es para mañana o para el 2 de enero, depende de la goma [cruda]).

Le tengo miedo al 2014. Miedo como ese de ver el Conjuro o sea una buena película de miedo. Pero eso, es una película en mi cabeza.

Más que al 2014, le temo al julio de 2014. Se me acaba el doctorado.

Desde 2008, me he llamado a mi misma estudiante y si quitamos el breve lapso de diciembre del 2006 a julio de 2008, lo he sido desde que fui a kinder a los tres años. (Hasta mi DUI salvadoreño emitido por primera vez en el 2002 dice que mi profesión es estudiante y nunca lo cambié). Mi permiso de residencia en México también lo dice claramente. Soy estudiante. Y eso me ha definido quién soy. Porque ya saben en este sistema capitalista nos define qué hacemos en relación a nuestro tiempo de trabajo (im)productivo.

Estudiante es decir, "la que estudia". Esa he sido. Es casi como esa otra etiqueta que llevo que me dieron al nacer "la salvadoreña". Esas definiciones que me acotan, como lo hace cualquier buena definición, que tamizan ese vasto universo de opciones de quién he sido, soy y podría ser. Y pues que eso cambie me da miedo.

[Otra gran definición de mí "la miedosa"]

Pero como al toro hay que agarrarlo por los cuernos o algún otro refrán que no incluya a la estúpida práctica de la tauromaquia, hoy sí tengo propósitos. (El año pasado no tuve, ni en el 2012 y pueden escudriñar el resto de propósitos incumplidos desde 2006).

1. Ahorrar
Ya saben más que propósito sería una imbécil si no lo hago. Se me acaba la beca a mitad del año y por más que quiera vivir del aire no lo podré hacer. Y no sé cuánto tiempo estaré en calidad de desempleada. Lo más adecuado para sobrevivir sería eso.

2. Hacer más ejercicio
Este año me quebré el pie [espere más de esta divertida historia en la próxima edición de este melodramático journal]. Pero esa situación me hizo pensar en que ¿estoy usando mi cuerpo para lo que está diseñado? Es decir para vivir, para usarlo, para disfrutarlo. Ya está roto el empaque, y ya no hay garantía. Lo cual significa que ya no hay cambios, ni devoluciones. Así que, va.

Algunas ideas


3. Rebajar.
Oh sí. Quiero rebajar por motivos estéticos. Pero relacionado con el punto 2, el médico ha sentenciado que tener una lesión cerca de una articulación me obliga a no tener sobrepeso y con un IMC muy cerquita del 23, eso me da pavor.

4. Salú, carnes rojas.
Cada vez consumo menos carne (casi nada). Y el pollo ya no me he es tan llamativo. Cuando como carne me cae mal, por ejemplo. No sé cómo pasó, se llama vejez, o gastritis. Pero cada vez mi estómago se rehúsa a ingerirla. El pollo (en pechuga) es mi amigo, pero creo que ya le puedo ir diciendo adiós, irlo espaciando. ¿Por qué? Porque se me da la gana. No es cierto. Bueno sí.  Creo que mi camino sólido al vegetarianismo es cada vez más corto. Pero ese genocidio llamado "cóctel de camarones", por ejemplo, aún me parece algo a lo que nunca podré decir que no.

5. Tener menos miedo.
Porque ese x tal que x pertenece al conjunto de los miedosos, no me gusta.

6. Los de megacombo siempre: usar los lentes de manera permanente, comer a horas, leer más y escribir quizás no más pero durante más tiempo de mi ocio.

7. El de siempre: ser más inteligente que mis impulsos.

8. Procurar a quién merece y a la aniuxa que merezco
El año pasado yo quizás escribía más bonito. Me gusté cuando dije:
Siento que tengo una vida bastante plena, a pesar de los pesares, que no sé qué ambicionar en el 2013, más que seguir por este rumbo. Por el rumbo donde me apasiona y no la tesis (maldita y bendita tesis), por el rumbo donde siempre quiero aprender cosas nuevas y por el rumbo donde siempre quiero decir cosas (aunque no sean las cosas más adecuadas). Quiero seguir cultivando mis amistades que han sabido ser perdurables y quiero seguir procurándome el cariño de quienes quiero. Así se simple y egoísta, mi vida.

9. CUMPLIR MIS PROPÓSITOS.
Quizás no lo hago siempre, por eso este metapropósito. Veo con optimismo el 2014. Si ni yo me doy una cuota de optimismo, entonces ¿quién?


Mis sesudas reflexiones sobre el 2013 están por venir. Pero antes, les deseo un gran 2014. La encuesta sesgada de mi gente cercana afirma que fue un año jodido en términos de salud, tragedias y dineros. Por eso, mis deseos para que a todos nos vaya mejor. Soy de esas amantes a la antigua que a veces cree en las vibras,  los sueños por cumplirse y el amor.


(*) Se recuerda que en este lugar no existe el control editorial y todo se escribe como el mayor gesto de autocomplaciencia. 
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...