Cuando salgo a la esquina y veo que en un restaurante hay oferta por "El día de la mujer" y hay una promoción para celebrarlo, siento que hemos ganado un día de la madre más y perdido una lucha.
Terrible es cuando los discursos de la luchas se vuelven parte del marketing y el consumo. El listón morado y el orgullo por tener vagina como una celebración de muchachas solteras en las discotecas. ¡Feliz día de la mujer! Porque en lo efímero de la fiesta se ha perdido una revindicación y la conmemoración de la desigualdades entre hombres y mujeres.
¿Cuánto más nos dejaremos quitar?
martes, 8 de marzo de 2011
lunes, 7 de marzo de 2011
Onírico
I
Una gota cae sobre un lago en el que uno se refleja. Una gota y hace ondas. Y el reflejo se pierde. Ay, Narciso, ay.
II
La gota ya no es gota. Es una pieza de un rompecabeza. Pero cae con fuerza. Es la última pieza pero en lugar de armarlo, lo bota.
III
El rompecabeza es ahora un espejo, ya que lo armo. Un espejo en el que mi reflejo no me gusta. Escena de telenovela: lo tiro dramáticamente.
IV
Después de un rato, tomo una de las piezas del espejo roto. Sirve para depilarme las cejas.
...
Qué cosa.
Una gota cae sobre un lago en el que uno se refleja. Una gota y hace ondas. Y el reflejo se pierde. Ay, Narciso, ay.
II
La gota ya no es gota. Es una pieza de un rompecabeza. Pero cae con fuerza. Es la última pieza pero en lugar de armarlo, lo bota.
III
El rompecabeza es ahora un espejo, ya que lo armo. Un espejo en el que mi reflejo no me gusta. Escena de telenovela: lo tiro dramáticamente.
IV
Después de un rato, tomo una de las piezas del espejo roto. Sirve para depilarme las cejas.
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Qué cosa.
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