martes, 31 de diciembre de 2013

2014: ¿quién dijo miedo? Yo.

Como ya es sabido pocas cosas son más clásicas de este blog personal (*) que despedir el año hablando del siguiente año y empezar el otro, hablando del anterior (ese post es para mañana o para el 2 de enero, depende de la goma [cruda]).

Le tengo miedo al 2014. Miedo como ese de ver el Conjuro o sea una buena película de miedo. Pero eso, es una película en mi cabeza.

Más que al 2014, le temo al julio de 2014. Se me acaba el doctorado.

Desde 2008, me he llamado a mi misma estudiante y si quitamos el breve lapso de diciembre del 2006 a julio de 2008, lo he sido desde que fui a kinder a los tres años. (Hasta mi DUI salvadoreño emitido por primera vez en el 2002 dice que mi profesión es estudiante y nunca lo cambié). Mi permiso de residencia en México también lo dice claramente. Soy estudiante. Y eso me ha definido quién soy. Porque ya saben en este sistema capitalista nos define qué hacemos en relación a nuestro tiempo de trabajo (im)productivo.

Estudiante es decir, "la que estudia". Esa he sido. Es casi como esa otra etiqueta que llevo que me dieron al nacer "la salvadoreña". Esas definiciones que me acotan, como lo hace cualquier buena definición, que tamizan ese vasto universo de opciones de quién he sido, soy y podría ser. Y pues que eso cambie me da miedo.

[Otra gran definición de mí "la miedosa"]

Pero como al toro hay que agarrarlo por los cuernos o algún otro refrán que no incluya a la estúpida práctica de la tauromaquia, hoy sí tengo propósitos. (El año pasado no tuve, ni en el 2012 y pueden escudriñar el resto de propósitos incumplidos desde 2006).

1. Ahorrar
Ya saben más que propósito sería una imbécil si no lo hago. Se me acaba la beca a mitad del año y por más que quiera vivir del aire no lo podré hacer. Y no sé cuánto tiempo estaré en calidad de desempleada. Lo más adecuado para sobrevivir sería eso.

2. Hacer más ejercicio
Este año me quebré el pie [espere más de esta divertida historia en la próxima edición de este melodramático journal]. Pero esa situación me hizo pensar en que ¿estoy usando mi cuerpo para lo que está diseñado? Es decir para vivir, para usarlo, para disfrutarlo. Ya está roto el empaque, y ya no hay garantía. Lo cual significa que ya no hay cambios, ni devoluciones. Así que, va.

Algunas ideas


3. Rebajar.
Oh sí. Quiero rebajar por motivos estéticos. Pero relacionado con el punto 2, el médico ha sentenciado que tener una lesión cerca de una articulación me obliga a no tener sobrepeso y con un IMC muy cerquita del 23, eso me da pavor.

4. Salú, carnes rojas.
Cada vez consumo menos carne (casi nada). Y el pollo ya no me he es tan llamativo. Cuando como carne me cae mal, por ejemplo. No sé cómo pasó, se llama vejez, o gastritis. Pero cada vez mi estómago se rehúsa a ingerirla. El pollo (en pechuga) es mi amigo, pero creo que ya le puedo ir diciendo adiós, irlo espaciando. ¿Por qué? Porque se me da la gana. No es cierto. Bueno sí.  Creo que mi camino sólido al vegetarianismo es cada vez más corto. Pero ese genocidio llamado "cóctel de camarones", por ejemplo, aún me parece algo a lo que nunca podré decir que no.

5. Tener menos miedo.
Porque ese x tal que x pertenece al conjunto de los miedosos, no me gusta.

6. Los de megacombo siempre: usar los lentes de manera permanente, comer a horas, leer más y escribir quizás no más pero durante más tiempo de mi ocio.

7. El de siempre: ser más inteligente que mis impulsos.

8. Procurar a quién merece y a la aniuxa que merezco
El año pasado yo quizás escribía más bonito. Me gusté cuando dije:
Siento que tengo una vida bastante plena, a pesar de los pesares, que no sé qué ambicionar en el 2013, más que seguir por este rumbo. Por el rumbo donde me apasiona y no la tesis (maldita y bendita tesis), por el rumbo donde siempre quiero aprender cosas nuevas y por el rumbo donde siempre quiero decir cosas (aunque no sean las cosas más adecuadas). Quiero seguir cultivando mis amistades que han sabido ser perdurables y quiero seguir procurándome el cariño de quienes quiero. Así se simple y egoísta, mi vida.

9. CUMPLIR MIS PROPÓSITOS.
Quizás no lo hago siempre, por eso este metapropósito. Veo con optimismo el 2014. Si ni yo me doy una cuota de optimismo, entonces ¿quién?


Mis sesudas reflexiones sobre el 2013 están por venir. Pero antes, les deseo un gran 2014. La encuesta sesgada de mi gente cercana afirma que fue un año jodido en términos de salud, tragedias y dineros. Por eso, mis deseos para que a todos nos vaya mejor. Soy de esas amantes a la antigua que a veces cree en las vibras,  los sueños por cumplirse y el amor.


(*) Se recuerda que en este lugar no existe el control editorial y todo se escribe como el mayor gesto de autocomplaciencia. 

martes, 29 de octubre de 2013

¡Bum!

Cualquier autodenominado "control freak" es el más grande de todos. Explicamos con ahínco a los que tenemos cerca: "nos gusta tener el control". A veces el control de las pequeñas cosas. No. No sobre las personas. No sobre los grandes sucesos. No sobre los posibles terremotos y catástrofes. Sobres las pequeñas cosas.

Las pequeñas y más ínfimas cosas.  Quizás cuando más conciencia tenemos de las grandes, nos aferramos a las más pequeñas.

Un tipo de pasta de dientes. Una manera de lavarse la cara todos los días. Esas rutinas. Las cotidianas. Tenés que tener la marca de párrafo en los documentos, ver los espacios, los estilos. Las rutinas de las actividades sin horario. Esas también.

Cuando esas se detienen.  Deternerse con adverbio de cantidad.

Mucho.

A veces, lo más grande puede estallar.


[aquí una pausa en el post de melodramático, piense en ese momento de película: alguien está a punto de apretar un botón rojo que destruye el mundo, un  mal superhéroe (o un grupo de superhéroes) lo detiene con una coreografía de los tres chiflados, o bien un dolor de estómago -al villano le cayó mal la comida-, o quien sabe, un simple arrepentimiento de solidaridad con la raza humana: nada pasa. No es heroico, es como negligente. Es como el árbol que nadie oye caer: su amigo el botón que nadie vio no ser apretado. La nada, la refrescante nada.]

La manera de respirar.  Aprender a respirar pausado. Esa será mi nueva manía. Una nueva manía para juntarlas a todas. Pa, que sirva.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Los miedos

Nunca he sido una persona que le encanten los riesgos. Jamás.

De niña no salía a jugar y me quedaba viendo televisión. Ser la adolescente que regañaba a sus amigas por temerarias (oh, hay tanta frases de mamá con las que me pueden molestar mis amigos), ser la que siempre es precavida. La precaución del miedo. El no entender porqué a tus amigos les gustan las cosas extremas.

Yo crecí con miedos de todos los tipos. Los grandes se hicieron pánicos. Ir en medio de la calle y tener la certeza irracional que el mundo se va acabar. Uno aprende a vivir con sus miedos. Con un poco de ayuda por aquí y por allá. Con un poco de entrenamiento y conocimiento propio.

Y uno a veces, en realidad, está medio dormido. Y no tiene consciencia de sus miedos (¡Bendita sea la inconsciencia de las rutinas!). Entonces es cuando atacan. Uno está medio dormido, se pone unos zapatos viejos, saca al perro (prestado) y un charco de agua en las escaleras ataca como esos pánicos.

Y uno no paniquea. Es más, todo parece ajeno.

El sonido que algo se quiebra. Pedir ayuda. Luego pensar que todo va a salir bien porque al final "puedo mover los dedos del pie". Pero llegar al consultorio y oír al doctor atrás tuyo (antes de llegar enfrente de vos) decir "está roto". Y saber que todo se fue a la chingada. Que el viaje a Chile que tenías planeado para dentro de menos de una semana se fue a la chingada. Tu primer congreso internacional, se fue a la chingada. Y no, el mundo no se va acabar, se va acabar un viaje.

Duele y estás afuera. Porque hay una certeza extraña. No lloras (no, hasta no ver la cuenta).

[Recuérdenme de darle vuelta al cuarto para encontrar la cartilla del ISSTE. Amiguitos, tengan sus seguros a la mano, los accidentes sí pasan].

No parece tan grave. Quizás puede serlo, pero no como en los miedos que te paralizaban antes, esos que no se cumplen. La realidad es menos real que tus miedos.



Y claro, es que no estoy sola. Gracias a los que han reaccionado. A los que mandan un mensajito. A los que dan like en facebook. A los que me cuentan un chisme para distraerme. Y pues ya saben, revire y contra.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Perdón, soy mujer

Los nervios. ¿cómo se dice? ¿cómo se pide? El pudor. Esa es ella, yo. Ana, de como doce años, seguro. Pidiendo un paquete de "kotex" en la tienda, quizás por primera vez o por alguna vez primera vez. El paquete lo envuelven papel periódico. Porque andar con la regla es algo íntimo. Y una vergüenza. Y si me voy a llevar eso, debe estar cubierto o así se asume.

Lo mismo, si había algún accidente. Una mancha. Algo. La vergüenza. El estrés de estar en el colegio, y ponerse el suéter en la cintura, que quizás estaba prohibido (es que las niñas se suben la falda y se amarran el suéter) y decirle a la profesora (con suerte, mujer): "es que me manché".

Con el tiempo aprendí a decir: "no lo envuelva", en la tienda. Ante cara de sorpresa de la señora de la tienda (e incluso luego a pedirlo cuando atendía un hombre). Aprendí a hacerlo. Y supongo que me considero bastante abierta a hablar de mis dolores cada mes (muchos, benditos Naproxeno, Ibuprufeno y Ketorolaco). Porque literal, yo no pedí nacer (mujer).

Pero sin duda, algo de mí todavía envuelve en periódico la vergüenza de ser mujer.

Hace una semana me hicieron una intervención por una úlcera en el útero. No es complicada. No lo he andado contando mucho (¿por qué? Si yo todo cuento, soy un alma extrovertida que escribe en todos lados, todo). Y cuando lo cuento, aclaro (como hoja de papel periódico sobre paquete de toallas sanitarias) que "no es nada de papiloma o de infección". Como si tuviera que explicar que esa úlcera es mía. O porqué la tengo.(Que no lo sé). Si me merezco "el castigo" o no.  Como si tuviera que dar cuenta de una enfermedad.

Mi reacción, de mujer, me ha sorprendido. Uno nunca sabe qué tan adentro tiene muchos pensamientos. Y ahora, una semana después de la intervención --que además ando con la regla-- se me vienen estas ideas. Y decido pues, escribirlas, para decirme a mi misma, como a la señora de la tienda, que no tengo que envolver nada.

[Aunque parte de mí también quiere decirles algo. Señora, señorita, mujer, mujercita: vaya al ginecólogo una vez al año, no deje esperar dos, puede ahorrarse mucho]

jueves, 22 de agosto de 2013

Lo que llega


Pasa que no sé de arte.

Menos de arte contemporáneo.

Menos de artes plásticas contemporáneas. Ni de cualquier otro movimiento anterior. No sé nada. Sólo sé ver.

Simplemente me gusta ver cosas y hay cosas que me gusta más que ver otras. La gente o la vida me va mencionando cosas y las cosas bonitas de ver llegan a mis ojos. Y  me pierdo. (En el mejor de los casos en museos y libros, en el peor en tumblr y en internet).

Pues descubro que me gusta ver cosas, verlas y una y otra vez (casi casi como recitar algún poema -volver a Poemas Humanos de Vallejo, por ejemplo-  o cantar una canción vieja, ochentosa).

Entonces pongo acá, esas pequeñas cosas que han llegado a mí recientemente y me emboba ver.

Porque este es mi blog y puedo llorar si quiero.

Frank Stella
Félix Vallotton

Edward Pien: un montón de dibujos superpuestos. No tengo la foto de justo el que vi. Pero era impactante.

Vallotton, otra vez.
Basquiat- Pegasus :')

Y bueno, ya. 

miércoles, 7 de agosto de 2013

Los finales

Uno piensa que muchas cosas están dadas. Que siempre estarán ahí. Es aún peor, pensamos que siempre estaremos en algún lugar (“real”, como en calidad de existencia) y que la gente que nos rodea también forma parte de ese mundo que no cambia. Incluso, pensamos que somos trascendentes. Que morimos y quedamos en la memoria. En los recuerdos. En las historia de quienes nos rodea.

A veces esa sensación de trascendencia cercana hace que me dé cierta paz. Como una sensación que los que quiero y me quieren están en una burbuja. Sin embargo, pasan cosas pequeñas (ínfimas quizás), que me sacan de mi zona de confort. El otro día, Sandra Aguilar, poeta y compañera  de lo que fue el Taller de la Casa del Escritor con el novelista salvadoreño Rafael Menjívar Ochoa, me comunicaba que la página web www.casadelescritor.org había desaparecido. Desapareció sin aviso. Entonces recordamos que nunca fue nuestra por completa. Nunca supimos dónde había puesto Rafa el host y quizás es el destino de las cosas cotidianas que hacen los que hoy ya están muertos. Una mezcla de situaciones la llevo a dejar de funcionar.

No es que La Casa del Escritor haya desaparecido (físicamente, por ejemplo, sigue ahí). El taller que se daba en la casa del que fuera “el” escritor Salvador Salazar Arrúe en Los Planes de Renderos, ya no volverá. Por lo menos de la manera en que lo conocimos. Y eso ha sido un balde de agua fría para muchos de lo que fuimos participantes.

No es que todo lo vivido por nosotros (casi treinta jóvenes) que pasamos por ahí haya desaparecido. Incluso, tenemos dos antologías “Memorias de la Casa”, pero claro que es un visión desde el presente hacia al pasado. Pero la página web era un resumen, una carta de presentación de lo que éramos. Un poco eso. Un poco, una muestra. Esa sensación de colectivo permanente y constante, de vernos listados juntos
.
Ese listado ya no está. He intentado acordarme cómo estábamos puestos. Qué material (la última actualización era del 2007) así que estábamos además ahí, más pequeños. Una foto que ya parece antigua de quienes somos. Pienso que esto me da un sinsabor, no sólo porque me quita parte de la historia colectiva. Es por lo frágiles que son los recuerdos. No puedo enumerar en mi cabeza las fotos del sitio. No puedo enumerar incluso los que estaban en la lista (porque los más nuevos del taller ya no estaban).

El sin sabor es saber que los recuerdos van siendo cada vez más subjetivos. Cada vez más recuerdos y la verdadera muerte es que los recuerdos ya no son sensaciones vivas, sino como entrañamientos, cosas vueltas a un sitio demasiado personal y frágil.

Entonces pienso no sólo en Rafael. Pienso en todos los que quiero. Y en los que me quieren. Como estamos destinados a desaparecer. De manera íntima, subjetiva, mental en cada uno de los que conocimos y conocemos.


Me imagino que lahipersensibilidad que tengo del recuerdo y de las historias que hilan esos recuerdos es un poco por donde me tocó vivir. Un país donde la historia y la memoria colectiva se pierden, se cruza con lo emocional. Donde aún escribimos el pasado desde el dolor, es cuando la fragilidad de los pequeños registros, duele.

domingo, 28 de julio de 2013

Enumerar pendientes

No dominar nada. Ni el cuerpo. Ni la mente. No dormir y la ansiedad.

Después de haber perdido el control, tan solo una vez. O una vez de la manera más terrible. El temor de volverlo a perder se hace más fuerte. Hasta una mala noche, cualquiera da miedo. Y cualquier miedo pequeño, se puede convertir en grande. Como el miedo a viajar.

Como si uno espera un terremoto.

Sabe que cualquier día, algo viene y destruye todo.

Todo.

Y eso lo hace a uno pequeño. Insignificante. Todo frente al miedo.

Empiezo a enumerar. Cosas que hacer. Cosas que soy. Todo para sumarme cosas y no mirar el abismo. Enumero pendientes como ovejas. Para dormir.

miércoles, 24 de julio de 2013

Gente

"La gente" suena a un concepto de esos que inventamos como "el mercado". Esa personificación de un colectivo, masificado que lo es todo pero es nadie. Entonces normalmente pienso que "la gente" me da un poco de hastío (bastante) y que son las personas específicas y no "la gente" con la que me relaciono. Porque como humana, la gente me (nos) cae (caemos) mal. 

Pero a veces hay cosas casuales que me dan la sensación de no ser extraña (más allá de los pequeños círculos en los que me muevo, donde el mundo es pequeño y manejable, muy accesible, a veces virtual, a veces liviano, a veces justo con las interrupciones necesarias), cosas como las pequeñas pláticas casuales con desconocidos. Desconocidos vivos y llenos de "algo" (utilizo acá una abstracción totalmente indefinida, porque las palabras y yo, ya no nos llevamos tan bien).

Mis favoritas son con los taxistas, como ya he contado. Pero también hay gente que se sienta a la par de uno. Gente que le vende cosas. Gente que hace que me gusten las personas, aunque no "la gente".

Taxista camino al aeropuerto. 

Llega 20 minutos tarde. 

¿Se tardó, no?
No. Si yo pensé que venía temprano. 
No. 

Resulta que la empresa de taxis le dieron mal todo (incluido mi teléfono). Se disculpa. Me ofrece poner la música o la estación que quiero. 

¿A dónde va? A Monterrey. ¿Qué le gusta más, allá o acá? El D.F. [nunca preguntó porqué iba]. ¿Por qué le gusta más? X, XX y XXX. Además cuando uno anda a pie, le comento, los coches se le tiran. Yo pensé que en el Norte eran más respetuosos, de eso se jactan. Pues no, le digo. La ciudad parece estar hecha para los que tienen carros, le explico. 

No deja que haya silencio y empieza a contar sus propias historias de no-conductor. Su capacidad de empatía, a pesar de ir al volante. Fue alguna vez ciclista. Casi lo atropellan. Pero no era como "hoy" la cultura del ciclismo. Hablamos de los peatones. Le digo que hay que educar a los peatones y a los ciclistas también. Me dice que como conductor [empático] nunca había pensado eso. 

Me quiso hacer un descuento por la llegada tarde. Me deseó buen viaje. 

Chica en la estación Polifórum.
El terrible mensaje en la pantalla de "tarjeta inválida" para entrar al metrobús. Yo vuelta loca /sólo tengo un billete de 200 pesos, sin cambio, en la tarjeta habían 20 pesos de pasaje/. Empiezo a buscar el celular o algo para ver si llamo a mi amigo que me acaba de dejar la estación. Dejo el bolsón en el piso y empiezo a buscar. Estoy viendo hacia abajo. 

¿Se te invalidó la tarjeta?
Sí, digo mientras la veo incrédula.Veo que está del lado de afuera del torniquete, que acaba de salir.
Yo te paso, me dice. Sé lo que se siente. Me ha pasado muchas veces. 

Se acercó de nuevo al torniquete. Puso su tarjeta. Dije muchas veces gracias. Muchas. 

Taxista (otro) en la ciudad.
No. Ya no lee los diarios, me dice al ver un vendedor de algún periódico de esos chiquitos que se me olvidan los nombres y que suelen ser muy sensacionalistas. No le gusta el fútbol. No le gusta la televisión. Que el futbol y esos programas de televisa adormecen a la gente, explica. Pero que no entienda mal, no está en contra de Televisa porque le vaya al Peje. Que ese señor también tiene sus dudas y no le cree mucho. 

Que el ve películas. En el DVD. Con su esposa. Que les encanta a los dos. Que su manera de relajarse es esa, no necesita más y no ve la tele. Yo tampoco veo mucho la tele, le digo que veo muchas cosas online, en internet. Que ve videos, que aunque no se pueda creer, llega y pone videos en youtube de automovilismo. La gente me critica, que ando todo el día en la calle y que llego a ver carreras de fórmula 1. Pero me encantan los coches. Es más, me dice, mientras saca su celular emocioado, este es mi ringtone [se oye un ruido de un carro de carreras].

Que son una pareja mayor, sola. Los hijos ya se fueron. Ya están grandes. Pero aunque no les gusta la fiesta, no son aburridos. Que cuando quieren bailar (les encanta toda la música del mundo y tienen una colección abastecida entre él y su mujer a disposición) abren un tequila y bailan los dos solos en el apartamento hasta quedar borrachos. 

Ese trayecto me costó 30 pesos. 
La sonrisa fue gratis.


Y esos son mis anónimos, mi oleaje de ciudad. Particulares que saltan efervescentes. Pero que ya se me perdieron entre "la gente". Hay días que el mar está más bravo que otros. Igual, estoy empezando a pensar, siempre puede ser buen paisaje.



lunes, 1 de julio de 2013

3x1 y ganó el diablo

Aclaración: este es un post excesivamente otaku. Sírvase a su gusto

Esta temporada hice lo que nunca. Ver tres animes al mismo tiempo y que además estaban en transmisión  "airing". He estado en unos meses donde cada semana me saltaba el corazón por Mad Men y por tres episodios de menos de 30 minutos de anime (bueno no me saltaba tanto el ritmo cardíaco por éstos como por la sexta de Weiner).

Mi elección vino de leer algún post, con los listados al inicio de la temporada. La primera en mi lista personal para ver esta temporada era Aku no Hana. ¿Por qué? Porque en español serían "Las flores del mal", ajá, sí las de Baudelaire.  Pero aunque en particular nunca las he leído (perdón, yo no pedí nacer sin leer cosas), se me antojaba más, porque estaba a cargo de la dirección Hiroshi Nagahama, el mismo de Detroit Metal City (aunque seguro es mucho más famoso por Mushishi, que realmente la tengo en hold).  Detroit Metal City se me hizo muy divertida, es el peor trazo en la historia, pero  funciona dentro se su propia historia. [Son muy pocos capítulos y cada uno dura 13 minutos, es un breve agasajo que uno puede darse]


Por eso, Aku no Hana, se me antojaba, aunque la animación con rotoscopio fuera rara. Mi primera impresión fue un poco que el ritmo se me hacía Lainesco (o sea, como Lain). Pero su premisa se me hacía un poco la de School Days (ese basado en un juego ecchi que tiene un final psicótico). Así que me la pasé viendo los trece capítulos esperando que algo terrible pasara. No pasó. Se supone que pasará, si hay algún momento la segunda temporada. No me disgustó, pero pues no me terminó de enganchar. Digo, entiendo el drama... No, realmente, no entiendo el drama de este anime. Es el anime de la temporada más polarizado, lo odian o lo aman. Yo quizás soy de esa minoría apática que no termina de convencerse, y quizás lo que más me convence es a lo que no les gusta a muchos: la animación, el detalle de los paisajes, el poco detalle en los rostros cual maniquíes, para centrase en lo que se cuenta. (el problema es que no sé qué exactamente quieren contar). Eso sí, tiene momentos grandes como medio capítulo siguiendo a dos niños tomados de la mano, cómplices de haber hecho algo malo (como destruir cosas). 
[Realmente el drama se me hace un poquito estilo el de Himizu de Sono, particularmente porque se la pasan gritando y no sé, me desespera, pero porque sólo soy desesperada como Martha Sánchez noventera]. 

Lo que más me gusta es la musiquita creepy.

Al mismo tiempo empecé a ver Shingeki no Kyojin, básicamente porque era del que había más expectativa. El arte es impresionante y la canción del opening me pone muy histriónica y acelerada, no sé porqué. Su estructura es muy tradicional: niños que viven cosas atroces, que se convierten en héroes y quieren salvar a la humanidad. Pero lo sorprendente es que la quieren salvar de unos titanes que son gigantes un poco tontos (a excepción de algunos) que comen a la gente. La serie me gusta (estoy hablando cuando aún no ha terminado), tiene muchas buenas premisas.

En particular, me gusta cuando se ponen un poco más oscuros (Spoiler: me encanta por ejemplo el personaje de Dr. Pixis y su deseo de encontrar una mujer gigante hermosa con la que pueda morir contento de ser devorado). Pero esos momentos no son muchos y a veces sí me siento viendo a José Miel. El personaje principal es un tipo Shinji, que en lugar de llorar, grita.  A veces hay capítulos que son "aburridos" hasta los últimos dos minutos y termina en "hanging" que sabemos que lo hacen para jugar con nuestros sentimientos para aguantarnos 20 minutos aburridos al siguiente capítulo, hasta que en los últimos minutos vuelven al hanging y así nos han llevado más o menos desde el capítulo 5. Como que van de poquito. Es un poco cansado, creo. Pero, lo cierto, es que me tiene intrigada y la voy a seguir viendo. 

El opening :')

Sin duda, y no lo esperaba, mi favorita de la temporada fue Hataraku Maou-Sama!. No me divertía tanto en un anime desde la temporada uno de Arakawa under the Brigde o Working!. La historia es así: El diablo, sí, el mero Satanás (Maou-Sama), pierde una pelea contra Emilia, la heroína de la humanidad. Entra por una puerta a otra dimensión y termina en Tokio, donde no tiene poderes y es un ser humano más... que tiene que trabajar y termina en un Mc Donalds. 


Todos podemos engordar, hasta los demonios

La historia es tan irónica desde su premisa, pero quizás juega un poco con cosas certeras ¡un demonio en una transnacional! También se tocan temas como la Inquisición y los engaños de la Iglesia... Todo esto mientras hay personajes completamente entrañables, como el mismo demonio que termina siendo un asustadizo y trabajador, esta combinación de mundos termina haciendo un slice of life. Se vuelve de lo épico de salvar el universo a simplemente resolver un asunto administrativo de una cadena de comida rápida o de un call center o de un hikikomori o de perder el registro de una bicicleta. Es re-loca pero es muy divertida. 

El último capítulo fue además una obra de arte, todo el mundo con una gran expectativa, para que no pasara nada. NADA. Y una escena final de lo más cálida entre el diablo y la héroe. 

[Yo hubiera querido menos fan service, al principio por eso no soportaba a Chi-chan, pero luego ya la adoré]

Ashiya, tan adorable.
En realidad, a ver cómo termina Shingeki no Kyojin, pero mi gran recomendación de la temporada de verano, es la que yo apodé como "la del diablito".

lunes, 17 de junio de 2013

Penúltimo de la sexta: Don, you're such a baby... monster

He tenido en borrador algún post sobre Mad Men.

"Mad Men y sus generaciones", mi visión más demográfica y además que quiere ver el cambio de una sociedad industrial a una de servicios tras la historia de un grupo de publicistas. Nunca vio la luz. 

Otro del final de la quinta temporada. Otro sobre Betty y el gaslighting. Nah. Esos menos, esos ni siquiera fueron borradores. 

Pero hoy, aquí y ahora como Teresa Rodríguez, estoy en un extraño momento ambivalente de "vacación". Y como siempre necesito interlocutores, necesito hablar de Mad Men (no me va a quedar tan bonito como el post de Lilián de la premiére de esta temporada). Pero hay que aprovechar que tengo que procrastinar vacacionar. 

{spoiler alert BIG TIME}

Después de seis temporadas de construirnos al mejor Don Draper, un tipo con mucho carisma, que se mueve como pez en el agua, lo estamos viendo caer. Reconstruirse. Este capítulo (6x12 The Quality of Mercy) nos dice mucha veces: Don es un bebé, pero no cualquier bebé, es un monstruo. Don es Rosemary's Baby. Lo que ya lo veíamos venir desde que vimos a Sally leyendo el libro, y quizás la camiseta que desató polémica de Megan Draper, que emulaba la de Sharon Tate, la muerta esposa  de Roman Polansky. [Aquí Weiner desmiente esta teoría]

Don llorando como Bebé

Lo vemos no sólo personificar a un bebé, si no, además dormir en posición fetal dos veces. Una en la cama de Sally, otra en su oficina. La visión del hombre modelo vuelto bebé, es una cosa estúpidamente simbólica, pero que, sólo con estos escritores puede ser visto de manera natural. La verdad, estoy impresionada, más que nunca de esta serie. (Estúpido y sensual Weiner, deberías donar tu esperma). 

El final del episodio anterior (6x11 Favors), donde veíamos a todos terminar más o menos estables (Peggy con un gato, Pete comiendo All bran, Ted Chaugh llegar con su familia), Don Draper terminaba borracho después de que su hija lo encontrara con Silvia Rosen, de la peor manera. Este es el preludio para cómo lo vemos caer, y creo que seguiremos viéndolo caer en un gran final de temporada. Pero lo vemos caer no de cualquier manera, lo vemos caer frente a sus mujeres.

Eso ha sido constante esta temporada. Lo vimos con Joan lo manda a la quinta por Jaguar, hasta hoy que lo vimos perder lo poco que le quedaba de Peggy. Lo vimos perder a Silvia Rosen (con su extraño cuento del sueño de que lo vio muerto). El womanizer por excelencia está perdiendo a sus mujeres. Esta perdiendo todo, sí, pero ese todo está siendo simbolizado una y otra vez por las mujeres alrededor de la vida de Don Draper. Y claro no es casual. Con solo revisar la entrada icónica que nos ha acompañado seis temporadas, lo vemos claramente: el mundo de la publicidad del que vemos caer a Don Draper es totalmente femenino. Y quizás por eso la caída es aún más castrante.



Realmente, no sé qué esperar del próximo capítulo. Yo me siento en el borde del abismo. No sé si quiero que me empujen y ver de cerca cómo cae. Pero lo que es seguro, como todo buen abismo, atrae al que lo ve. Y esta atracción a la caída, es el nuevo atractivo de Mad Men, porque realmente, está tan bien manejado, que Don Draper ya no es el hombre guapo que cae bien. Es, en efecto un monstruo, uno muy infantil.

[Notas aparte: las historias paralelas de Sally Draper y Pete Campbell/Bob Benson, estuvieron impresionantes, pero pues quizás algún día (no) haga un post sobre ellas]

miércoles, 29 de mayo de 2013

El juego de escribir

El martes mientras estaba en la premiére de "El Gran Gastby", pensaba en el personaje Nick Carraway. [No, como en el libro, sino como en la película] y me evocaba mucho a la primera parte de Pastoral Americana de Phillip Roth, pues la estoy leyendo. Uno que quiere ver hilos en las cosas que vive, y pues siempre los encuentra.

Entre la película que veía y la novela en curso, noté que me llamaba la atención la recreación del escritor. El testigo. El que todo lo ve. Pero que está ahí, al margen. "Que está y no está", repite dos veces Tobey Maguire en personaje,  en la película.

Me quedé pensando mucho en esto. ¿Cómo contar algo ajeno te hace vivir o no? Nick Carraway olvida su propio cumpleaños, fecha en que todos celebramos que existimos, mientras es testigo del nudo de una historia dramática. ¿Somos capaces de perdernos en las historias de los otros? ¿Qué tanto dicen de nosotros nuestras maneras de contar?

Hace mucho tiempo, alguien pidió un pdf de Sigmund Freud. Yo que no le hago al muchacho, pero sí le hago a las buenas búsquedas en internet, no encontré lo que la persona andaba buscando, pero algo que quizás sí andaba buscando yo, sin saberlo. «Der Dichter und das Phantasieren», traducido como "el creador literario y el fantaseo". 

[Nota hermosa como gran paréntesis: spiel en alemán se parece a jugar pero también puede ser actuar. Chequen esta cita:
Y el lenguaje ha recogido este parentesco entre juego infantil y creación poética llamando «juegos» {«Spiel»} a las escenificaciones del poeta que necesitan apuntalarse en objetos palpables y son susceptibles de figuración, a saber: «Lustspiel» {«comedia»; literalmente, «juego de placer»}, «Trauerspiel» {«tragedia»; «juego de duelo»}, y designando «Schauspieler» {«actor dramático»; «el que juega al espectáculo»} a quien las figura.
Nota para mi misma: retomar el alemán porque aumenta la concepción del mundo]

Por lo que entiendo (ya dije, no es lo mío, lo mío mío es ser curiosa y andar leyendo cosas que no me competen) es que al ya no poder jugar y fantasear como niños, buscamos otras maneras de jugar y fantasear y que mucho del quehacer literario viene por ahí.  Y que claro todo viene de la necesidad y la satisfacción de deseos (es Freud, mara). Nos dice "Es lícito decir que el dichoso nunca fantasea; sólo lo hace el insatisfecho". Vuelvo hacia los narradores, los personajes narradores: es mucho más creíble que Carraway nos cuente la historia del Gatsby mismo porque Carraway aparece carente de todo. La fantasía del testigo es un juego quizás más elucubrado que el juego de querer hacer ver los sentimientos.

Cambiemos tantito de género literario. La poesía es una fantasía. Ahí me detengo y me veo encontrada entre las posiciones novelísticas de Fitzgerald y de Roth. Porque aunque tengo mucho tiempo de no escribir un poema, sé que es ese juego que dice Freud. Pero ese juego me lo encuentro más cuando escribo un cuento (me divierte escribir cuentos, la poesía, me duele). Freud explica que el poeta cambia sus fantasías para crearnos un placer que viene de la estética al público (un poco como decir "yo te entendí, poeta", cuando leemos). 

¿Qué hacemos los que contamos cuentos? No sé. Estamos entre el juego de decir y no decir del poeta  y la de ser testigo. Me pondré de ejemplo. Mis personajes nunca son reales (cuando parecen ser reales, son un juego de ser real, como la primera persona que parezco yo, pero no lo soy). O bien, mis personajes pueden morderse las uñas como alguien que vi a alguien en el bus. Así de sencillo. Son humanos porque los crea alguien que vive en el mundo. Nuevamente, la testigo. ¿Qué tanto puedo olvidar mi existencia en mi propias creaciones? ¿Qué tanto hay de mí? ¿Qué tanto pienso que estoy jugando con el público y qué tanto me estoy escondiendo? Quizás estos insights me lleven a dejar un rato de escribir. La consciencia es despiadada.

Y sigo pregutándome ¿Quienes son mis Gatsby y mi Sueco Levov? Personajes principales, que son contados. Lo interesante es que hay una creación de personaje de "escritor" o narrador en Roth y en Fitzgerald, de antemano es un doble juego: juego a que cuento que cuento desde otro. ¿Qué personaje nos creamos al escribir? ¿Cuántos juegos nos ponemos para hacer crear a los demás y cuánto para nosotros? ¿Queremos comunicar?

Muchas preguntas. Ojalá alguien más letrado me las contestara. Por eso la publico. ¿Alguien que escribe ha pensado en esto? ¿Alguien que juega lo ha hecho? ¿Alguien?


jueves, 16 de mayo de 2013

Preguntas para Thelma de Ata y su amplia investigación sobre el aborto en Nicaragua

Tienen varios días de aparecer editoriales de gente contra el aborto. En este momento en que la CSJ no da su fallo del caso de Beatriz, uno busca ávidamente la información y encuentra estas "opiniones".

En especial me llama la atención la de Thelma de Ata. Porque nos brinda datos. Datos sin fuente. Démole la prerrogativa que tiene una fuente confidencial que no puede revelar. 

Lo primero es que dice que un aborto cuesta 100 dólares. Y que habían 36,000. Supongo que de una breve multiplicación nos dice "Se calcula que el negocio de matar niños en el vientre materno producía más de $3,000,000.00 al año hasta 2006".  (36,000x100=3,600,000). También tendría decir que entonces sería producción bruta. Porque se intuye que ahí no está rebajado los costos. No parece tan buen negocio. Sobre todo si había que pagarle a tres médicos que dieran su firma y a otra persona más, porque ella misma explica "La ley exigía autorización de tres médicos (firmas), de la mujer y de un pariente cercano". ¿Cuánto cobra un médico de consulta? ¿Cuánto cobran tres? + Equipo hospitalario y demás.

La señora habla de 36,000 abortos anuales en Nicaragua antes del 2006. Nicaragua es vasto en tierras pero no tanto en población. Si hacemos una pequeña revisión de datos en línea, nos dice que ronda los 5 millones. Pero para ser más certeros, tomemos el año 2005 (antes del 2006), de acuerdo a estimaciones de CELADE (aquí las bases de datos):  5 455 309. La tasa bruta de natalidad de ese quinquenio 2005-2010, era de 26.26. Supongamos, entonces que dada esa población en ese año podrían haber habido unos 143,257 (probablemente fuera menos). Es decir esa cifra de abortos podría ser un 25% de los nacimientos. Eso suena un poco increíble.

Es demasiado alto. En la ciudad de México, donde todo aborto es permitido, los datos que nos dan es que:
Desde que se aprobaron estas reformas el 24 de abril de 2007 hasta el presente mes de abril [2013], la red hospitalaria del Distrito Federal ha atendido a 100 mil mujeres que solicitaron la interrupción legal del embarazo.

Es decir, que en seis años, en una de las ciudades más grandes del mundo, ha abortado lo que Nicaragua en tres años, cuando no todo aborto era permitido, sino sólo el terapéutico. Pero bueno, quizás no sería muy válido comparar a Nicaragua con México. Ya sabemos, la estructura por edad y así.

Pero supongamos que sí. Que a las mujeres en Nicaragua les encantaba abortar. Y lo hacían en esa medida. El cambio de evitar toda esas muertes de niños por aborto, tendría que haberse reflejado en la tasa de natalidad, que como vemos sigue hacia abajo. No. No se ve el cambio. Aún, cuando una tasa "bruta" de aborto sería 36,000/5,455,309=6.5 abortos por cada mil.


[Fuente] CELADE: Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, División de Población de la CEPAL: Revisión 2012. Base de datos de población.



La moraleja es que si quieren hacer panfletos, chequen los números antes de hablar. La moraleja para mi es no leer los editoriales de este tipo.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Aborto

Como este es mi blog personal y uno escribe cosas personales diré algo personal:
"si yo saliera mañana embarazada, yo, no abortaría." 

Dicho eso, tengo ya ganado el beneplácito de todos los conservadores. Seguro. Pero, no. No estoy con ustedes.

No se trata de lo que yo, Ana de 29 años, con una red familiar estable, con acceso a activos e información para ejercer mis derechos sexuales y reproductivos haría. Yo soy un miembro muy especial entre el colectivo de mujeres en el mundo, tristemente. Quisiera que hubiera más como yo. Y aún así, lo que yo haría es mi chingado problema. Y no debería ser una normativa.

[Es hasta gramatical: un condicional es condicional, no es imperativo: yo haría, no es vos tenés que hacer]

Yo por eso soy pro-choice. "Elección". Porque yo no puedo juzgar a toda mujer que tiene una historia de vida ajena, desde mi muy particular historia de vida o valores que la acompañan.

Es eso, gente. No se trata de ustedes. Porque no es su cuerpo, ustedes no son todo el mundo. No se trata de que juzguemos a la gente por tomar elecciones diferentes a la de nosotros y juzgar desde su posición muy personal. Que sólo haya opciones de morir en el intento (mujeres que mueren por abortar en malas condiciones), esperar milagros (como Beatriz* que no puede ni abortar al feto anancefálico que lleva dentro) o la cárcel. La vida no puede tener tan pocas opciones para las mujeres.

¿Quiénes somos para juzgar cada uno de los casos de mujeres que por el sistema patriarcal también tienen que llevarse a cuestas vidas que no son las propias, en condiciones que no comprendemos?

Por eso,  odio la legislación salvadoreña y su visión tan cerrada sobre el aborto.


[*Hace como dos semanas escribí de Beatriz acá, qué triste que la CSJ no diga nada, que se quede callada]

lunes, 22 de abril de 2013

Ser especial

Sucede que la gente se escuda en sus defectos. Se escuda, feo.

Así: soy especial y excesivamente diferente. Soy difícil. Y pues por eso todo lo que hago significa más que lo que hace cualquier persona.

Mover un meñique significa mover montañas. Y quieren un aplauso y agradecimiento constante. Que se les reafirme que en su nivel de persona especial, eso es una hazaña. Porque hacer eso supuso un esfuerzo extra.

Mover el meñique puede ser un evento importante una vez, a lo mucho. Pero si dicen que quieren mover montañas, deben empezar a tan siquiera pararse. Sin que nadie les aplauda.

Y lo siento mucho. Yo soy fáctica.

Y digo todo esto para mí. Porque este también es mi defecto.

sábado, 6 de abril de 2013

Wenceslao


Wenceslao es mi hijo no nacido. O lo era. Con el avance de la defensa de la vida, uno puede nombrar a sus hijos no nacidos y asentarlos en el registro civil. Un Wenceslao Escoto está esperando nomás el soplo de la vida. Para hacerlo más tangible, hice una figurita de barro. Por aquello que quiero que esté contacto con sus raíces. Pero también quiero que tenga un poco de agencia. Porque creo un poquito en las teorías de alcance medio de la Sociología. Entonces, espero y espero que llegue su soplo de vida y con él, que cumpla mis sueños.

Ayer nos reunimos las Madres Ideales (MI). Es un grupo de mujeres que amamos a nuestros hijos no nacidos y exigimos que se les reconozca como tales, con ganancias en el registro civil, aún nos falta que nos los acepten en las matrículas escolares. Pero la discusión se centró en que casi ningún hijo ideal tiene padre y eso nos preocupa. Verán, los padres son importantes, sobre todo en mi caso. Es niño. Y como niño, Wenceslao debe tener un modelo afectivo de varón. Alguien que le enseñe a ser un hombre, y eso solo lo puede hacer otro hombre. Discutiendo esto, le expliqué a mis co-tertulianas que pensáramos cómo hacer para que los padres de los hijos no nacidos se hicieran cargo. Porque los preparativos para las vidas que aún no existen son agotadores y necesitamos ese apoyo emocional.

“Necesitamos un decreto”, dijo Josefina, madre de la no nacida Teresa. “Necesitamos un reforma agraria, además”, explicó. Yo no entendí mucho. Pero ella dijo, que así como yo tenía mi muñequito de barro, cada quien debía tener su parcelita para tener sus muñequitos y su maíz. Por aquello de esperar los milagros. Yo asentí. Mientras tanto, Aurelia, próxima madre de Joselito, explicaba que lo que necesitábamos era tener miembros hombres en el grupo.

Aurelia increpaba en este tema, pero todas reíamos. Porque los hombres no tienen mucho que ver en la producción de la vida. Quizás un momento efímero, pero hasta ahí. En eso vimos que Wenceslao empezó a moverse. Nos dijo que él también soñaba con tener hijos. Hijos no hechos de barro. Que ser de barro le molestaba un poco. Pero que seguro vivir en cuerpo humano no estaba mucho mejor. Así que le parecía una opción viable. Que de dónde venía había un comité especial de hijos futuros. Y que no se solucionaban las cosas, que justo yo, no era la mejor madre, pero que qué se le iba a hacer.

Un poco triste, porque me gusta ser la mejor en todo, le dije que estaba bien. Que decidiera quién fuera su madre. Total, aún no ha nacido. Wenceslao me dijo que el asunto es que quería dos padres. Me sentí contenta, porque por lo menos tendría varones a quién admirar. Y sería doblemente hombre. Aurelia se llevó a Wenceslao, pues le dijo que tenía muchos amigos dispuestos a ser alguno de sus padres.

Josefina, por su parte, definió que mañana nos reunimos a discutir la reforma agraria de las ciudades que queremos tener. Esa locura. Seguro no vendré. 

lunes, 25 de marzo de 2013

Yo cada día más bonita, y vos ahí: leyendo este post

En el mundo de los memes, el tuerto es rey. O algo, así. Mi bien querída y usada anáfora (que me calza en nombre), sirve para generar una idea repetida que pude volverse chiste. A mi el chiste me ha durado un poco más de un año. No sé si alguien más lo utiliza, pero como el tuiter nos deja bajar el archivo de tuits (aunque incluyen solo la tercera tanda de tuits, porque he cerrado mi cuenta dos veces) busqué desde cuánto y cuántas veces lo he usado.  Es un meme y como meme sirve para todo, hasta para hacer un post sin mucho sentido más que para que me sirva de anotación al pie:






















viernes, 8 de marzo de 2013

Mujer

Mujer. Se discute si viene de raíces que significan blando (mullier, mullieris).  Nos pusieron en posición diferenciada: lo blando, lo frágil, desde cómo fuimos nombradas en medio de un mundo aparentemente dicotómico. [Nota aparte, podrían haber hasta cinco sexos y nosotros empecinados en configuraciones binarias]

Y así, es de nuevo 8 de marzo y vuelve esa bonita fecha del año en que nos enojamos por ser mujer. Porque nos dan un dulce y quieren que nos olvidemos del resto. Aquí josuedric.com lo ilustra muy bien



Porque una fecha parece un poquito de consuelo para lo que le toca vivir a muchas mujeres en el mundo, una fecha que además quizás le toque seguir trabajando a todas, como bien señala la guapa Belloso acá.

Más aún, pensemos en El Salvador. Les dejo una gráfica que he presentado muchas veces por ahí. El Salvador es un país feminizado, pero sobre en las edades de 30 a 44 años.
Índice de masculinidad por grupos quinquenales de edad, El Salvador 2003-2007
Estimaciones en base a las EHPM de los años años correspondientes (ver Escoto, 2010)
¿Esto no le dice nada? Pues piense que más de un tercio de los hogares salvadoreños están liderados por una mujer.
Distribución de los hogares según sexo del jefe del hogar. El Salvador. Varios años.
Estimaciones en base a las EHPM de los años años correspondientes

Es decir, El Salvador lo que tiene son salvadoras (propongo "La Salvadora", como nombre feminista y hashtag para los próximos movimientos sociales). Mujeres solteras jefas de hogar que trabajan y hacen que  sea el país con una alta tasa de participación femenina, y el único en América Latina dónde la tasa de desempleo es menor a la de los hombres.


Aquí mi post del año pasado que recoge todas mis quejas del día de la mujer de los años anteriores (la primera casi nace con este blog en 2006).


Y lean a la Ligia, ella siempre lo dice mejor que yo

viernes, 1 de marzo de 2013

Dream on



Pues la canción no tiene mucho que ver. Pero es como darle "encendido" a los sueños. Resulta que quiero ser la Aniuxa de mis sueños. 

A inicios de febrero tuve una semana de sueños muy raros. Eran situaciones que normalmente me daban pánico: plaga de cucarachas y serpientes y un terremoto. Pero en mi sueño yo era una Ana muy racional. Excesivamente tranquila. Que decía que había que llamar al exterminador y, en la otra ocasión, que se sentía cómoda saliendo tranquilamente de dónde estaba en un terremoto. Una Ana serena que soluciona y que no se paraliza.

Esa Ana es la Ana que quiero ser. 

Dream on.





viernes, 15 de febrero de 2013

Acumuladora

En un cajón debajo de la cama. Luego en un compartimiento especial del armario. Después, la mitad del clóset. Hasta que todo el clóset. ¿Querés alguna camiseta nueva?  No, decía Mariana. ¿Algún libro? ¿Algo, cualquier cosa? No permitía que nada entrara a su cuarto, ni la gente luego y menos sus padres. Porque ellas estaban en todos lados. Y cada vez eran más.  Mariana sólo salía sigilosa de la habitación por más. Se marchaba casi de puntillas para no despertarlas y cerraba la puerta rápidamente para que ninguna se le fuera a escapar. Regresaba con muchas más. Siempre. Y seguían creciendo. Eran suavecitas, me dijo. “Así como algodones de azúcar, nomás que no se comen”. Yo asentí. Y me robó una sonrisa esponjosita que puso en un rincón, apretada entre tantas.




*A Nere que lo inspiró con este tuit

martes, 5 de febrero de 2013

Erase and rewind


Así.
Como la cancioncita.


Uno está ahí con un capítulo que hizo hace un año de la tesis. En un año, las cosas de la tesis han cambiado. Y el capítulo se ve flojo, feíto, desorganizado.

¿Así era la Ana de hace un año? ¿Floja, feíta y desorganizada? No lo sé. Sólo sé que tenía la tesis menos clara. Y me da (un poco nomás) optimismo saber que por lo menos en un año tengo las cosas más claras. Lo que quiero y lo que me dicen los datos.

Es en la reflexión de un año que me doy cuenta de muchas cosas. A veces mis hallazgos van más rápido que yo misma. Y me gritan. ¡Ana! ¡Ana! Y yo ahí que me pierdo entre sintaxis de stata, entre que si hay más datos y no los logro oír.

O quizás sea lo peor: no los quiero oír. Porque es tener conciencia. Tener conciencia que estoy haciendo algo, que estoy diciendo algo. Que quizás sí podría dejar huella.

Y a veces más que a ser efímera le temo a la inmortalidad.

Y así es como reescribí un capítulo. Un lujo cuando debería estar escribiendo uno nuevo. No hay nada como borrar más de 10 páginas escritas, así como quien se quita una curita,  y decirse a uno mismo: volvamos a empezar. 

sábado, 5 de enero de 2013

29 y 7

Ayer fue mi cumpleaños.

29.

Uno más y son 30.

Año de crisis, dicen. Yo he tenido crisis siempre. Así que no me da miedo. Una más y cantada de toda la vida.

Lo que me daría miedo es que este año termine haciendo algo así.

Dejaré de ir al SB.

***

Y sí, mi blog cumple 7 años. Es una cosa tremenda que siga escribiendo sin pensar en que está bien escrito, sin pensar que nomás quiero contar cosas porque se me da la gana. Es como festejar la irresponsabilidad editorial. O quizás, no.

Cuando comencé tenía 22 años. Era estudiante, sí, como ahorita, pero de licenciatura y escribía con más puntos suspensivos. Era más caótica, quejumbrosa y era anónima. Hoy sigo teniendo todo eso, pero ya este blog se publica con mi perfil de google plus. Y san google quiere que tengamos nombres y apellidos. Así que ahí está. Soy Ana Escoto y así.


martes, 1 de enero de 2013

Y una buena suegra

2012 fue un GRAN AÑO, como ya les había dicho en el post anterior.

Me pasaron muchas cosas. Y haciendo un balance fue un año terriblemente bueno. Épico. Tuve el morete más grande en mis piernas por ir en un metrobús que chocó y que arruinó mi compu, pero me mandaron del otro lado del charco a presentar un escrito mío. Como que todo lo que se me quitaba, se me recompensaba, bien bueno en karma. Y aunque he sabido quejarme, la verdad es que el año ha sido grandioso.

Productivo. Este año aprendí a trabajar. P-r-o-d-u-c-t-i-v-a-m-e-n-t-e. Así. Digo uno puede "trabajar" cinco horas con angustia y no hacer nada. Me libré de la angustia, empecé a dormir, empecé a hacer ejercicio. Rebajé de paso y sí me veo mejor, pero sobre todo la mente está mejor. Aprendí a vencer algunos loops de pensamientos que me tenían un poco atrapada y me incapacitaban para meterle al acelerador y paradójicamente en esas revoluciones mentales, me sentía acelerada. ¡Ya debo volver al gym!. Además como dice Elle Woods y mi amigo Mario, libero endorfinas y la gente feliz no mata. Bye forever sertraline, you expensive bitch


En términos "literarios", me ha ido bien. Mal que bien creo que logré darle forma a una unidad de cuentos. Y creo que ya nunca volveré a la poesía, o me estoy secando en ese registro. Pero me presenté en el Zócalo de la ciudad de México. Y estuvo bien. Dicen que ya leo mejor mis textos en público. Cosas que nunca me imaginé hacer en medio de una tesis.

Di un curso de estadística multivariada ¡En El Salvador! Creo que fue una experiencia súper grata volver a mi universidad y estar del otro lado, del lado del que enseña. Pero como siempre, terminé aprendiendo mucho.  Estuve en Guatemala tres semanas y me enamoré de otro país. Seguí escribiendo columnas en La Prensa Gráfica y me dieron mi propio espacio "Copilco 503"  en la revista dominical "Séptimo Sentido" (dónde vivo y el 503 del código de El Salvador). Más de este ego-trip aquí.

En el espacio lúdico en internet, en plena era de tuiter, se nos ocurrió abrir un blog más. Uno de anime. Ya por aquí he dado rienda suelta a mi lado otaku, pero Gravity es además un espacio de gente que quiero y admiro y con la que comparto una afición. Una experiencia entrañable.

El 2012 fue musical. Más que nunca fui a conciertos. Terriblemente gasté dinero en música y terriblemente no lo hice, porque se combinaron elementos amistosos y salí sorteada en ir a conciertos. De tal cuenta que vi a Roger Waters en The Wall, vi a Radiohead, Kevin Johansen y Liniers me cantaron la cumbiera intelectural al oído y además pude ver a Los Tres... y claro ver a New Order.

A lo mejor no leí lo suficiente. A lo mejor no estuve al 100%. A lo mejor me equivoqué con alguna gente. Pero nada grave. 2012, te voy a extrañar.

Un par de tops para crear polémica (banal polémica).

Una película: "No"
Una serie: "Mad Men"
Un concierto: "Roger Waters - The Wall"
Un anime: Sakamichi no Apollon 
Un nuevo lugar favorito: Toledo - España

Last fm dice que me la pasé oyendo a estos cinco artistas:


  • Kevin Johansen
  • Love of lesbian
  • Los Tres
  • Pearl Jam  
  • Charly García


Y que me la pasé cantando estas cinco canciones:


  • Francisca Valenzuela – Muleta
  • Love of lesbian – Club de fans de John Boy
  • Pearl Jam – Just Breathe
  • Editors – When Anger Shows
  • John Coltrane – My Favorite Things



Te voy a extrañar 2012, a menos que el 2013 sea mejor.
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