Las cosas que pasan

Ayer me fui a la Colonia Roma. Salí de donde estudio. Fui a un importante centro comercial a agarrar el Metrobús. Realmente me gusta mucho andar en Metrobús. Pero ayer era viernes. Y los viernes en México son distintos. Los viernes en la tarde huelen a fin de semana. Los viernes en la tarde hay demasiada gente en la calle. Así que ahi yo en el metrobusito lleno. En espacio de mujeres -que sí como dijo Nadie es sexismo institucionalizado, pero uno se siente tan tranquilo!!!--. Bueno después de hacer los mandados con la otra Ana (otra salvadoreña que tiene la virtud de llamarse Ana) nos caminamos por ahí un ratito. Casi nunca tengo oportunidad de salir fuerita de mi centro de vida: el apartamento, la universidad y algún súper (walmart o chedraui). Así que anduvimos de turis turistas (que realmente no parecemos porque sólo cuando abrimos la bocota la gente se da cuenta que somos de otro país).

Llegamos a una cafetería donde había una super promoción de capuccinos fríos por 38 pesos, cerca de la estación Chilpancingo. Dos por 38 pesos. O sea dos por menos de 4$. Lo cual es barato en El Salvador, pero sumamente barato en México donde un americano no baja de 16 pesos.

De regreso no sabíamos si irnos por metro o metrobus. Nos fuimos por Metrobús. Pero estaba llenísimo. Esperamos dos unidades... Y ya, nos subimos a otra. Esta nos bajó a todos en una estación. Las señoras empezaron a reclamar. Nosotros, las Anas, estabámos como sorprendidas. Realmente venimos de un lugar donde se reclama poco. Así que las señoras empezaron a gritar que por qué las habian bajado. Bueno. Esperamos y pasaron varias unidades que no iban, que se bajaban antes. No sé cómo funciona eso. Luego nos subimos a una. Y como ya dije, en México el viernes en la tarde huele a fin de semana y a desesperación por el fin de semana. Veo un carro que tiene la punta en el carril del metrobús y el metrobús pitando y frenando. Y yo pensaba qué tipo (el del carro) más idiota... ya sentía que le pegábamos al carrito. Pero el señor motorista lo logró. Así que fue un regreso un poco ajetreado.

Ya eran como las 9 pero decidí caminar. Las calles estaban super llenas de gente. Y me sentí bien caminando por la calle en la nochechita. Vine a mi casa y vi una pelicula japonesa bien dramática, ni mujer casos de la vida real!!!, nada que ver... se llamaba "Mujeres del mar"... Eso en el afán de mis compañeras de culturizarme. Pero después me fui a ver "Quiero robarme a la novia", para compensar jajajaa

Y ya... luego me di cuenta de lo que pasa en el mundo y me dio un poquito de dolor de estómago y hoy me propongo estudiar como degenerada.