Algún día habrás de entender a la rabia que se convierte en uñas
o en labio sangrante del que no besa
Cuando no encuentres la tiza para cerrar el círculo que has borrado en el piso
Cuando no puedas escribir los nombres de las calles que recorrimos
cuando el camino que nos trajo no sea más que piedra enmohecida
y te des cuenta que esta vez olvidaste dejar migajas para tu regreso
Habrás de entender –sólo entonces- a la oscuridad de tu habitación
Porque las luces de tu rostro habrán dejado de ser estrellas
y el olvido habrá carcomido a la luna que pensabas era de queso
Pero hoy es hoy
Ya no te asustan los monstruos debajo de tu cama
Hoy es de noche más temprano
Has encendido la televisión para no oír al viento en tu ventana
has pretendido que no te llaman a jugar afuera
y que puedes huir de la huida de los abrazos
Hoy es madrugada para siempre
No te has dado cuenta que la lluvia no se esconde en la ducha
Y que los caminos no se visten nunca de losas
Hoy tendrías que salir a la calle
pero pretendes sonreír y saludar al que llama por teléfono
y limpias con cuidado a esa soledad que se convierte en tu hogar
Y que te arropa por las noches tempranas que te inventaste para olvidar que aún es de día
Hoy podría ser mañana o ser ayer
Pero no puedes ver al tiempo que se ha detenido frente a ti
Y que te dice al oído, muy suavemente, que no hay vejez que no convierta a mi corazón en roca
Agosto - 2007.
Extraño poema en el que hablo de "tú" y no voseo. Cosa rara.
Muy bueno.
ResponderEliminarYo [también] -y quizá con más razón- me encuentro lidiando con los sinsabores de esa transición hacia lo adulto.
ResponderEliminarLa niñez es un refugio, una morada transitoria, un subterfugio, una mala jugada, a cuya salida nos aguardan grilletes brillantes y deliciosos steaks familiares.
Y andar leyendo a Mead como obseso no me ayuda:
Las formas adultas...siempre terminaban por vencer, aunque durante un intervalo de pocos años, mientras eran niños, se les hubiera otorgado una engañosa libertad
Saludos!