miércoles, 9 de enero de 2008
Modas
Cada quien escoge su tristeza, le da de comer y la coloca cómo quiere. Mauro eligió llevarla en el hombro derecho y parece poco menos que un terrible tumor. Es práctico. Sirve para alejar a la gente. Ver las caras de asco y misericordia. Si la tristeza hay que llevarla, que sirva de algo también. Teresa había elegido llevarla como chaqueta. Lavarla a mano. Plancharla. Colgarla y escoger zapatos que combinen. Lucirla. Como maquillaje. Y la gente admira la elegancia de esa tristeza. Porque si la tristeza hay que llevarla, que sirva de algo. Mauro no lo sabe, pero la chaqueta le queda justo. Teresa no sabe que debajo de esa elegante chaqueta hay una protuberancia que crece en su hombro.
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Debo analizar la manera en que llevo la mía...
ResponderEliminarsiempre cubriéndome...
siempre conmigo.
uh oh uh oh
ResponderEliminarautos, moda y rock 'n roll
Yo conozco a una teresita que, si hubiera seguido la moda, tendría el pelo rosado.