Hormiga en México

Yo estaba muy bien. Como que las feromonas salvadoreñas me daban confort. Ya sabía cómo moverme, dónde moverme.

Aquí todo es muy muy grande. Y soy como la hormiguita que se movio de la fila y anda toda perdida.

Además hay cosas que me cuesta asimilar:

1. Que los taxis no sean amarillos
2. Que los buses valgan todos diferente y que no tenga ruta si no sólo rótulos de destino y que no hayan cobradores gritando donde van y convenciendo de subir
3. Que los semáforos sean veriticales y no horizontales.
4. El metrobús y su tarjeta inteligente.
5. Que no soy turista y que donde vivo no es temporal, si no que debería llamarlo casa.
6. Que hayan monedas que valen aproximadamente $1
7. Que el frío no es del aire acondicionado.
8. Que no hay star mart o On the run, porque no hay gasolinera que no sea PEMEX.
9. Que hayan OXXOs y 7/11 que parecen start mart y On the Run, pero que les falta la gasolinera.

...

Y mejor no sigo.

Extraño mucho mi país. Es mi desorden. Mi país con sus defectos. Pero mío. Y sí es un País bonito. Envidiable en muchas cosas. La cultura y todo eso. Pero no es mío.