El martes mientras estaba en la premiére de "El Gran Gastby", pensaba en el personaje Nick Carraway. [No, como en el libro, sino como en la película] y me evocaba mucho a la primera parte de Pastoral Americana de Phillip Roth, pues la estoy leyendo. Uno que quiere ver hilos en las cosas que vive, y pues siempre los encuentra.
Entre la película que veía y la novela en curso, noté que me llamaba la atención la recreación del escritor. El testigo. El que todo lo ve. Pero que está ahí, al margen. "Que está y no está", repite dos veces Tobey Maguire en personaje, en la película.
Me quedé pensando mucho en esto. ¿Cómo contar algo ajeno te hace vivir o no? Nick Carraway olvida su propio cumpleaños, fecha en que todos celebramos que existimos, mientras es testigo del nudo de una historia dramática. ¿Somos capaces de perdernos en las historias de los otros? ¿Qué tanto dicen de nosotros nuestras maneras de contar?
Hace mucho tiempo, alguien pidió un pdf de Sigmund Freud. Yo que no le hago al muchacho, pero sí le hago a las buenas búsquedas en internet, no encontré lo que la persona andaba buscando, pero algo que quizás sí andaba buscando yo, sin saberlo. «Der Dichter und das Phantasieren», traducido como "el creador literario y el fantaseo".
[Nota hermosa como gran paréntesis: spiel en alemán se parece a jugar pero también puede ser actuar. Chequen esta cita:
Y el lenguaje ha recogido este parentesco entre juego infantil y creación poética llamando «juegos» {«Spiel»} a las escenificaciones del poeta que necesitan apuntalarse en objetos palpables y son susceptibles de figuración, a saber: «Lustspiel» {«comedia»; literalmente, «juego de placer»}, «Trauerspiel» {«tragedia»; «juego de duelo»}, y designando «Schauspieler» {«actor dramático»; «el que juega al espectáculo»} a quien las figura.
Nota para mi misma: retomar el alemán porque aumenta la concepción del mundo]
Por lo que entiendo (ya dije, no es lo mío, lo mío mío es ser curiosa y andar leyendo cosas que no me competen) es que al ya no poder jugar y fantasear como niños, buscamos otras maneras de jugar y fantasear y que mucho del quehacer literario viene por ahí. Y que claro todo viene de la necesidad y la satisfacción de deseos (es Freud, mara). Nos dice "Es lícito decir que el dichoso nunca fantasea; sólo lo hace el insatisfecho". Vuelvo hacia los narradores, los personajes narradores: es mucho más creíble que Carraway nos cuente la historia del Gatsby mismo porque Carraway aparece carente de todo. La fantasía del testigo es un juego quizás más elucubrado que el juego de querer hacer ver los sentimientos.
Cambiemos tantito de género literario. La poesía es una fantasía. Ahí me detengo y me veo encontrada entre las posiciones novelísticas de Fitzgerald y de Roth. Porque aunque tengo mucho tiempo de no escribir un poema, sé que es ese juego que dice Freud. Pero ese juego me lo encuentro más cuando escribo un cuento (me divierte escribir cuentos, la poesía, me duele). Freud explica que el poeta cambia sus fantasías para crearnos un placer que viene de la estética al público (un poco como decir "yo te entendí, poeta", cuando leemos).
¿Qué hacemos los que contamos cuentos? No sé. Estamos entre el juego de decir y no decir del poeta y la de ser testigo. Me pondré de ejemplo. Mis personajes nunca son reales (cuando parecen ser reales, son un juego de ser real, como la primera persona que parezco yo, pero no lo soy). O bien, mis personajes pueden morderse las uñas como alguien que vi a alguien en el bus. Así de sencillo. Son humanos porque los crea alguien que vive en el mundo. Nuevamente, la testigo. ¿Qué tanto puedo olvidar mi existencia en mi propias creaciones? ¿Qué tanto hay de mí? ¿Qué tanto pienso que estoy jugando con el público y qué tanto me estoy escondiendo? Quizás estos insights me lleven a dejar un rato de escribir. La consciencia es despiadada.
Y sigo pregutándome ¿Quienes son mis Gatsby y mi Sueco Levov? Personajes principales, que son contados. Lo interesante es que hay una creación de personaje de "escritor" o narrador en Roth y en Fitzgerald, de antemano es un doble juego: juego a que cuento que cuento desde otro. ¿Qué personaje nos creamos al escribir? ¿Cuántos juegos nos ponemos para hacer crear a los demás y cuánto para nosotros? ¿Queremos comunicar?
Muchas preguntas. Ojalá alguien más letrado me las contestara. Por eso la publico. ¿Alguien que escribe ha pensado en esto? ¿Alguien que juega lo ha hecho? ¿Alguien?