Las decisiones

Cuando me quejo de mi vida laboral y mi situación de no tener trabajo estable y todo eso siempre me sitúo a mí misma hace un año. Hace un año trabajaba de asistente en una empresa financiera en la Gerencia de Administración y apoyaba mucho las actividades de Recursos Humanos. Usaba uniforme y tacones. Hacía cosas que no me gustaban como gestionar compras y disculparme con muchos clientes. Tenía que estar sonriente -que normalmente no me cuesta- y saber que podía seguir escalando en algo que no se parecía mucho a lo que me estaba preparando. Aprendí mucho, sobre todo de mi jefa, exigente pero divertida, meticulosa pero medio loca y bromista. Creo que fue de las mejores experiencias. Pero se vino la oportunidad de moverme. En términos salariales, dado que no tendría prestaciones, no era muy distinto. Pero yo pensé que podría significar acercarme un poco más a lo que yo quería hacer. Hace casi un año tomé esa decisión. A veces me pregunto qué hubiese pasado de haberme quedado en ese lugar. Tenía estabilidad de lo que hoy me quejo que no tengo. Pero luego, me pongo a pensar qué NO hubiese pasado. Esa decisión tuvo muchas muchas repercusiones.

1. No hubiese conocido a la Kika y a la Sonnel. Me hubiese perdido de conocer a dos grandes personas y amigas. Y me hubiese perdido tantas cosas chistosas.
2. No hubiese conocido la Casa del Escritor. Esto también sería gran pérdida. Rafa publicó un libro en conjunto con la institución en la que yo trabajaba. Una compañera en la hora del almuerzo, comentó que Claudia Hernández -a la que ya había leido alguna vez- había trabajado con Rafa. En esos momentos, yo tenía la idea de que Rafa era un periodista -es que soy medio ignoranta-. Y que había un taller y medio dijo algo. Me fui rápidamente a Google infalible, puse el nombre de Rafa y me dio su blog. Y ahí comenzó todo. Sin eso no hubiese conocido mucha gente buena -tanto en términos literarios como en su calidad humana-, no hubiese participado en el festival, no hubiese grabado un video y quién sabe que otras cosas soy capaz de hacer con tanta buena compañía.
3. No hubiese compartido mi ambiente laboral con Mario. Fui chívisimo trabajar con uno de mis mejores amigos. Recordar los tiempos de colegio y las bromas y todo eso. Fue divertídisimo. Un día hasta hicimos limpieza en la oficina ahhhhhhh
4. No hubiese podido hacer muchas cosas de mi tesis, sobre todo unos mapas por ahí, que me ayudó una chica del trabajo.
5. Probablemente no hubiese puesto este blog. Donde trabajaba antes el firewall era bien estricto. No permitía muchas cosas, no podía abrir páginas donde decía "comedor". Era chistosísimo (y aburrido).

y másssssssssss... tantas cosas. Definitivamente esto me da esperanza de que mejores tiempos vienen (además estoy oyendo a Fito, el optimismo cala).

¿El churrito? No. Eso no dependía de mis decisiones más temprano que tarde iba a pasar. Nomás andabamos caminando en círculos. Pero de eso les cuento otro día.