No más por no dejar.... (II)

La costumbre de postear dos veces en un día...

A ver...

Hay momentos en que uno sabe qué ondas. Hay días impredecibles.

Por ejemplo el sábado pasado.

Me levanté a las 7. Era vacación. Sí, me la merecía. Había trabajado el viernes hasta noche... muy noche.

Fuimos a desayunar. A comprarle el regalo a mi mami... y terminé comprando una cama. Je je je. A ver mi cama estaba muy viejita. Y últimamente me siento que no descanso muy bien y necesito hacerlo. Mi descanso debe ser a veces de calidad y no de cantidad.

Bueno, ya metida en ese relajo, me decidí por pintar mi cuarto.

Creo que la limpieza siempre me da nostalgia.

Boté muchas cosas.

Muchas.

Tenía muchas clases. Cuánta tinta, cuánto papel. Sentí que ya no sé muchas cosas que en un momento me sentí capaz de saber. El conocimiento quizás es fugaz. Como la arena cuando uno la quiere agarrar. Siempre se les escapa a uno. Vi hasta con un poquito de miedo unas ecuaciones diferenciales que había resuelto. Parciales extensísimos y con buenas notas que estaban casi escritos en un ahora chino para mí... Me dio como tristeza.

Luego mi cuarto sigue en reparación (es que no he tenido tiempo de terminarlo, cosas que debería estar haciendo ahorita y no bloggeando, pero qué se le va hacer...) Tengo un mueble donde debo colocar los libros. Me di cuenta que hoy tengo más libros de poesía que antes y que me deben de regresar muchos libros de economía que presté (yo sé que no se deben prestar... pero sé que esta gente me los tiene que regresar... ilusa, yo).

Pero también a veces uno hace lo que puede. Y puede limpiar su cuarto en lugar de limpiar otras cosas de adentro. Como para darse a uno el lugar. Me merezco un cuarto limpio. Me merezco invertir en mis cosas.

Necesito hacerlo.

***

Otras cosas que he aprendido esta semana es que aceptar los sentimientos puede evitarle a uno tener los sentimientos que uno no quiere. A veces, por intentar demostrar que uno siente o más bien no siente cosas puede empezar a perder la brújula de la vida y no ser fiel a uno mismo. Gastar demasiadas energías en pretender sentir lo que no sentimos. Aceptar lo que uno siente, decirlo nunca está demás

y

es

liberador...

Pero como diría la hormiga Sandra... está por ver cuando me dura la paz mental jajajaj

Un saludo a todos y a ver cuando regreso!