De las casualidades literarias - De Neftalí Coria a Mariano Brull

Cuando andaba con la Gaby acompañándola en las librerías, pues no pude evitar comprar libros para mí. A pesar que he leído muy poco los últimos días y no por falta de tiempo, sino más bien que soy una persona extrovertida, el encierro me dejó con los ánimos bajos. 

Pero no soy un mar de lágrimas, sino simplemente un humor X. Así "ajá", "Sí" y otros monosílabos.

La cosa es que eso no venía al caso, sino más bien hablar de un libro que me encontré en el Fondo de Cultura Económica.

El libro está escondidito. Rojito. Chiquito. "Neftalí Coria", pensé que era una mujer. Precio 15 pesos (cerca de un dólar!!!) y tenía los siguientes versos al reverso:

Un pez ha de ser sólo una llama,
El agua es el incendio

El título de libro "Bestiario de viento y fuego".

Perder 15 pesos por saciar mi curiosidad pues valía la pena.  El libro estaba sellado. Y bueno hace poco lo abrí. El primer poema se titula "Hormiga"... y casi me caigo jajaja. Un libro que busca a su hormiga, pensé.

Hormiga

Sueña piedras gigantescas la rojísima, la gran laboriosa, la que penetra la tierra y canta el pan de invierno. Imagina derrumbes por las oscuras venas de los bajos territorios.

Mira con desprecio los zapatos del loco. No huye la hermosa ante la amenaza del pisotón. Se aleja por repugnancia pura y nada más.

Cae la lluvia y llagas deja sobre el palacio de la roja. Sobre el reino de la (hembra) misma que guarda piedras limpias y hojas desgarradas de alto árbol.

También mira la luna mi roja. El mar escucha en su gran silencio, sabe bien del hondo azul.

Una noche como tantas otras, deja con su picadura en mi piel, la esperanza de hallar en la comezón, el dolor de un nuevo despojo.

Luego, tiene cosas más bonitas como ésta:

Un pájaro podría ser el sol,
pero no es, sino sus rayos
cuando caen al día
y su amarillo se derrama
(Fragamento de Avarium II)


Pájaros finales
Todos esos amargos vegetales
quedaron aquí como íngrima huella;
terrible temblor que dan en el cuerpo.
espejo que repite solamente la pesadilla

Nadie más sino esos pájaros dejaron
la hermosa cicatriz que hay en mi cuerpo,
junto al río era el infierno aquellos días,
aciagos eslabones que ponen atadura
a todo lo que erige la memoria.

Los cuerpos son envueltos
por la brisa del infierno;
esa brisa nocturna:
Fantasmas de un lento dolor que vuela.

Todos los poemas-cuentos -oh me siento tan identificada que no se pueda identificar qué escribe este tipo- son sobre animales o criaturas (¿o creaturas?) y pues forman una unidad bien bonita, que hace poético hasta a el zopilote. Pero tiene como cierta fijación con los pájaros y los seres que vuelan. Y me molesta que cada verso del libro empiece con letra mayúscula, pero es que yo soy obsesiva y la mayúscula para mí significa el inicio de una idea.

Esta hormiga decidió buscar algo sobre Neftalí Coria, sólo sé que es mexicano y de Michoacán... Y busqué la editorial que se llama "Verdehalago" y me encontré con los poemas de Mariano Brull, un cubano que murió en los años 60's, como bien dada el tipo, pero me cayó bien -sí, no sé hay cosas que me caen bien y cosas que no-:

VERDE HALAGO

Por el verde, verde
verdería de verde mar
Rr con Rr.

Viernes, vírgula, virgen
enano verde
verdularia cantárida
Rr con Rr.

Verdor y verdín
verdumbre y verdura
verde, doble verde
de col y lechuga.

Rr con Rr
en mi verde limón
pájara verde.

Por el verde, verde
verdehalago húmedo
extiéndome. —Extiéndete.

Vengo de Mundodolido
y en Verdehalago me estoy.

Y ya... sólo me di cuenta que la poesía está sólo unos clics de distancia. Y pensé que esto de andar de un lado al otro en la web -y en el mundo- hace que uno se encuentre con cosas interesantes o por lo menos diferentes.

Salú