Tengo un amigo que quiero mucho... por ahí encontré que había escrito esto. Lo dejo para compartir. Lástima que su space, que es divertídisimo, solo es para sus contactos de msn...
MI VERSIÓN DE EL SALVADOREsto está hecho para toda la gente que no conoce este país o que lo conoció hace mucho tiempo y no desde adentro, es versión común y corriente –no científica- de lo que es El Salvador:
En mi paisito, 5% de la población tiene muchísimo dinero, otro 10% aspira a ser como los primeros y se esfuerza increíblemente por emularlos, aunque ello implique insospechadas preocupaciones, un 20% es de la clase media y de ellos quizás un 5% hace algo por ayudar (en mayor o menor medida) a un 65% de la población (si no es que más) que vive en la pobreza.
Acá hago la primera interrupción: si usted está leyendo esto en un país desarrollado, probablemente lo que yo llamo clase media, usted lo consideraría media-baja o baja-alta.
Es mi país el lugar en donde cualquier problema, como la privatización de la salud, puede desvanecerse para transformarse en una plataforma política.
La constitución dice que el poder reside en el pueblo; pero mi país ha sido –y creo que seguirá siendo- gobernado por una oligarquía, esta controla las instituciones y los medios masivos de comunicación por su poder adquisitivo.
Segunda interrupción: sin contar con la intervención extranjera (véase, embajadora de Estados Unidos opinando para las elecciones del actual presidente).
En mi país, la radio y la televisión está dirigida a idiotizar a la juventud, nunca a fomentar la educación o simplemente a fomentar que se piense en alguien que no sea uno mismo (excepto si está de moda y hay un concierto, organizado por Chris Martin, Bob Gendolf y Bono).
Acá, el presidente, el ministro de gobernación y el jefe de la policía pueden hablar en contra de sus enemigos políticos y acusarlos gravemente de autores intelectuales de los disturbios en que murieron dos policías y no presentar pruebas de sus acusaciones.
(E hirieron a un estudiante y a un trabajador de la Universidad nacional, pero esto no debo comentarlo mucho porque NO SALE en la Telecorporación Salvadoreña..Shhhh)
El calor de los ánimos hace decir al jefe de la policía, un 5 de julio, que no había francotiradores en la azotea del Hospital de NIÑOS Benjamín Bloom, obligando al personal y a madres correr para resguardar a niños graves; y luego, un 12 de julio, decir que llegaron francotiradores después de que habían ocurrido los incidentes. ESTO ES LO MALO DE ABRIR LA BOCOTA Y DEJAR CONSTANCIA DE LA IRRESPONSABILIDAD EN LA QUE SE SUMERGEN DÍA TRAS DÍA (también queda constancia gracias a las cámaras de video).
Quijano insulta a la Procuradora de Derechos humanos, la única mujer con más huevos que muchos de ellos y capaz de dar la cara en medio de graves disturbios.
El bando contrario adopta una posición demasiado relajada, rayando en la indiferencia ante los asesinatos de gente que va diariamente a trabajar y lo menos que espera es que le disparen.
Luego la violencia mediática: todo eso te provoca dolores de cabeza y te hace comprender porqué tantos compatriotas se han ido al exterior, porque –por si ud. no lo sabe- El Salvador es el mayor productor de mano de obra barata, nuestra gente se va y sus remesas mantienen a flote nuestra endeble economía (que desde la época del añil nunca se ha sabido manejar con visión a futuro); también hay muchísima gente analfabeta a quien se puede explotar en maquilas que tengan un 180% de ganancia con sus marcas sobrevaluadas: mujeres que son jefes de hogar deben aceptar esas condiciones para mantener a los hijos que no supo evitar porque la esposa de un aspirante a la alcaldía capitalina promocionaba la abstinencia, NO EL CONTROL CON PRESERVATIVOS (gracias a Dios por los católicos extremistas).
Otra interrupción: nunca se les ocurra sugerir que se imparta educación sexual en las escuelas públicas, la iglesia lo condena, es muy morboso…mejor tener más gente pobre, viviendo en hacinamiento, eso NO genera irritabilidad, ni es foco de violencia, es el amor de Dios expresado en su forma más sencilla, la unión familiar (con el problema de que el marido no se hizo cargo o, si se hizo cargo, se fue de mojado para poder tener con qué mantener a su familia).
En mi país, lo último en que se piensa es en formar a estos jóvenes que no cuentan con la dirección de sus padres que se pasan todo el día fuera trabajando.
Pero no se preocupe, acá hay modernos centros, excelente (¿?) telefonía celular y varias marcas famosas que tienen sus propios establecimientos; además lo reto a contar cuántos vehículos transitan en mi paisito donde sólo se piensa en el presente, se olvida el pasado y jamás se planifica el futuro.
Acá, los centros comerciales y un campo de golf (¡¿golf?! ¿Quién juega golf?) son más importantes que la finca que abastece de agua a la capital. Aquí ud. puede indignarse por eso y, a los 3 días, estar comprando ahí o disfrutando de su cantante favorito; porque eso también tenemos: nos visitan constantemente los artistas y así los jóvenes no piensan en los problemas reales…de todas formas, la mayoría de los que conozco se piensan ir de acá.
Acá no se le tiene confianza a la institucionalidad del Estado.
Aquí no se hace nada, se quejan, se para el tráfico y ya.
Acá hay cosas tan bonitas y tanta gente determinada a ignorar el desarrollo sostenible; acá un contaminador como el dueño de la DIANA (marca de churritos, papas, etc.) es el ministro de medio ambiente.
En mi país, se piensa mejorar las zonas de diversión y miles de personas viven en champas: si vienen, vean la capital, pero también la periferia y concéntrense en los puertos, como monumentos de lo que pudo haber sido y no fue; los reto a encontrar una persona que crea que esto va a cambiar…y en la noche, cuando se estén divirtiendo, brinden por todos los que aquí viven con menos de un dólar al día.
(O puede ir a tomar un café con intelectuales, vestirse raro, indignarse y regodearse luego en su banalidad).
Yo, por mi parte, sigo siendo de la mayoría, quejista, pesimista y profundamente decepcionado de mi incapacidad para volverme parte de la transformación real de las estructuras sociales; yo no pido una revolución, siempre pierden los mismos, la gente, los que no obtienen un puesto, un carro y un salario altísimo; mi único deseo sería creer, con todas mis fuerzas y absolutamente convencido, que mi gente va a vivir con dignidad, va a saber de dónde viene y a dónde va y vamos a tener verdaderos líderes que humanicen nuestro capitalismo. Pero creo que no…ojalá que mi sueño –como los árboles ¡ja!- muera de pie.
Mario el 13 de julio de los corrientes (o no tan corrientes)