La hermosura y la gordura

Gordos los cuches, uno es hermoso

No sé dónde oí por primera vez esa frase, pero siempre me gustó. Me acuerdo que con un compañero del colegio siempre me pedía que la dijéramos juntos. Y nos reiámos mucho. Nos divertíamos y nos reíamos de nosotros y con nosotros.

Siempre he sido gordita. Qué se le va hacer. En la adolescencia es medio traumatizante... pero luego ni tanto. Digamos que si los patrones culturales fueran distintos, si estuviéramos en algún otro siglo yo sería muy cotizada. Si estuviera en otra región del mundo, a lo mejor sería un adefesio.

Todo es relativo.

Hace como dos años engordé 30 libras en 6 meses (de esas ya no tengo 15) y el salvadoreño y salvadoreña común no tiene pelos en la lengua. Desde el más polite "Estás más cachetona" hasta el "Ana, ¿qué te pasa? ¿por qué estás tan gorda?". Y nada, no era por nada o por algo. Nomás un cambio en mi rutina (dejé de pasar en el gimnasio para ser una mujer trabajadora) y un poco de estrés y ansiedad.

Subo y bajo y así soy. Nunca seré delgada. Y jamás dejaré de comer. No, nada de ser Pro-Anna ni Pro- Mía (Anorexia y Bulimia). Además como buena hormiga, muero por los dulces. Por ahí una vez la Carmen me dijo, decile "lo gordo se me quita rebajando, lo feo a vos no te lo quita nadie". A mí me dio risa. Pero quizás alguien como ella me dijo la frase con la que inicié este post.

Luego la gordura ha significado cosas distintas. Normalmente me gano el cariñoso "Gorda" o "Gordita" de parte de más de algún familiar o amigo (o pues ya de plano, algún novio ;)). Y me parece simpático. A mi abuelita le parecía que mi esplendorosos cachetes era una señal de salud y además de que nos alimentaba bien.

Que me digan gorda es a veces como apuntar al cielo y decir "Es azul".

Pero ¿qué tanto nuestra sociedad anda metiéndose en la vida de los demás: libras, ropa y maneras de andar? No lo sé. Quizás es parte de la idiosincracia y sirve a lo mejor para que uno se sienta importante, no sería la misma sociedad si cada quien anduviera en su mundo sin meterse en los asuntos de cada quién... ¡Quién sabe!

¡Qué viva El Salvador!