Ante tanto "flame..."

Bueno... Me dieron un poco de ganas de hacer un post sobre lo que es para mí La Casa del Escritor. Ante los últimos sucesos, gente de la blogósfera, gente conocida que me lee y otros se han visto algo interesados en el tema (¡quién diría la publicidad!). Pues bueno, ahí voy...

Cómo llegué
Yo trabajaba en cierta institución de Investigación que publicaba en Enero del año pasado "Tiempos de Locura" -o sea, el libro de Rafa- y yo pues pasaba por ahí. Lo compré (no me lo regalaron) y me lo llevé a la casa. Yo dije es un libro de un periodista. Todos los días yo veía el rótulito de "Rafael Menjívar Larín" de la sala de reuniones y sabía que había sido economista... y ya. Cinco meses después una compañera del trabajo dijo que Rafa era escritor (oh! dije yo) y que tenía un taller literario (oh! volví a decir, que realmente pensé). Bueno... San Google: Rafael Menjivar Ochoa + Taller Literario. Los resultados: Tribulaciones y asteriscos. Llegué al blog de Rafa, leí un poema de él, y yo le dije que qué lástima que no lo había leido antes o algo así, viviendo en el mismo país y él me explicó contestándome cómo llegar a La Casa.

Le mandé un correo donde le decía que no había entendido como llegar y le mandé mis textos. Un día en gchat me lo encontré. Pasamos hablando hasta las 2, primero me hizo comentarios bien concisos en mis textos. Me dijo están bien, pero te hacen falta dos cosas a)Técnica y b) Más técnica. Luego hablamos de todo. Le dije que no sabía que ondas con la poesía en el país... y luego hablamos de estándares -que nunca había hablado de eso con alguien más que una vez que le dije a un amigo que por qué se quería autopublicar- y otros rollos. Era viernes en la noche. Sábado en la madrugada le dije que iba o que iba el domingo.

Vi la oportunidad de aprovecharme (sí, aprovecharme) de Rafa. Me pareció que alguien que comparte lo que sabe con tal facilidad (o sea, no habíamos más que intercambiado dos correos), era alguien para aprovecharse ya y ya. "Ana si querés aprender, este es tu momento". Realmente me pareció bastante profesional.

Luego por supuesto leí "Canto de Guerra de las cosas", luego leí la "Era del llanto" y "Fijación de la costumbre". Y luego llegué. Me di cuenta que no sólo podía aprovecharme de Rafa, si no que de varios más.

La dinámica
La dinámica es mucho más simple. Algunos dicen que no es un taller "tradicional", como es al único que he ido, no sabría decir. Todos los domingos nos reunimos, no se empieza sin Coca Light o cuando hayamos los suficientes. Todos llevamos nuestros textos, los leemos. Los criticamos --sin flores ni nada de eso, aunque hay flores para quienes se las merecen--. Nos reímos. A veces hablamos de la inmortalidad del cangrejo. Y todo eso. Cada vez que alguien comparte algo que sabe, todos aprendemos. Nos recomendamos lecturas y demás. No hay adoctrinamientos. Hay libertades. Habemos necios y necias.

Y ya. No es la gran cosa. La pasamos bien. Aprendemos. Mejoramos (que sí, que sí, como decía en un post: "Este año escribí menos, pero más"). Y somos felices con lo que hacemos. Somos bien normales, tenemos trabajos, tenemos amigos afuera, tenemos familia y nos perdemos enmedio del gran San Salvador y de Santa Ana (pa que no me echen gas los santanecos), y así.

Y las puertas de La Casa siempre están abiertas.