Siempre llueve y las calles se inundan de ojos. Los ojos se esconden en nuestros zapatos. Nos muerden cuando caminamos. Alguien se detiene a ver su pasado. Cierra los ojos. Descansa. Duerme. Los demás abrimos los ojos y vivimos un día más en la oscuridad de su mirada.
Mañana también lloverá.
Qué bonita imagen: una calle inundada de ojos. Wow!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. Y muerden!
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