Fotos de Hunnapuh
I
Sobrepoblación. Mi mirada absorta en el libro paranoico-calmante-durante-el-viaje-en-bus se mueve extrañamente hacia la ventana: dos hombres orinan sobre la misma pared, sobre el mismo graffiti. Entonces, a dos paradas de distancia a mi destino final y como quien pretende darles intimidad, vuelvo al libro.
II
Viajes. El graffiti que dibujo con el pasaje de la ruta de la 44 me lleva hasta mi trabajo. "No al TLC", "Viva...","Te amo BB", "Skate or die". Los graffittis sin terminar: los inconexos sprayazos de luz de los niños que debajo del paso a desnivel venden flores. Los amarillos de la publicidad de un gran banco. Los rojos de los vehículos que se paran en los semáforos mientras una señora con miedo a bajar la ventana llama a la anciana para comprar el titular del día: Galón de gasolina a $3.50
III
Flores. Los graffiti primaveran, vuelven sus rojos y sus negros en contra del arco iris de propangada electoral ya amarillezca que desaparece más rápidamente con la lluvia que se adelanta... La calle alegre se pinta de serenidad. Quejas, chistes y declaraciones. Rebeldía. No mentiras.
Sobrepoblación. Mi mirada absorta en el libro paranoico-calmante-durante-el-viaje-en-bus se mueve extrañamente hacia la ventana: dos hombres orinan sobre la misma pared, sobre el mismo graffiti. Entonces, a dos paradas de distancia a mi destino final y como quien pretende darles intimidad, vuelvo al libro.
II
Viajes. El graffiti que dibujo con el pasaje de la ruta de la 44 me lleva hasta mi trabajo. "No al TLC", "Viva...","Te amo BB", "Skate or die". Los graffittis sin terminar: los inconexos sprayazos de luz de los niños que debajo del paso a desnivel venden flores. Los amarillos de la publicidad de un gran banco. Los rojos de los vehículos que se paran en los semáforos mientras una señora con miedo a bajar la ventana llama a la anciana para comprar el titular del día: Galón de gasolina a $3.50
III
Flores. Los graffiti primaveran, vuelven sus rojos y sus negros en contra del arco iris de propangada electoral ya amarillezca que desaparece más rápidamente con la lluvia que se adelanta... La calle alegre se pinta de serenidad. Quejas, chistes y declaraciones. Rebeldía. No mentiras.
Una moda venida de los barrios pobres de los Estados Unidos, como reflejo de su inconformidad y represalias a un sistema poco a favorable a los más necesitados. ¿Moda o necesidad?Estoy a favor de los muros bien pintados, las pintadas manchan las paredes. Hay creatividad y, pasear por la calle y diosfrutar de unos buenos graffitis, es símbolo de tolerencia y modernidad. Ya te enseñaré graffitis de aquí, a ver qué te parecen
ResponderEliminar:D Sí! :D
ResponderEliminarSiempre me ha interesado el Grafitti como expresión del marginado, algunos mas interesantes otros simplemente manchas pero tras cada uno hay una historia, la mayor parte de veces muy triste de abandono, desolación y maltratos.
ResponderEliminarResulta muy interesante ver la subcultura tras esos Grafittis, seres que alimentan tambien sueños y esperanzas, seres que poseen talento pero están condenados al desprecio y la represión, existe un inframundo en las maras, terrible y macabro, pero es lo que poseen y por lo que luchan, no podemos juzgar sus maldades cuando formamos parte de lo que los llevó a eso.
Están muy interesantes tus comentarios sobre el gráfiti, me gusta mucho tu blog.